La Sierra Nevada de Santa Marta
Esta situada al norte de Colombia, en los departamentos de Magdalena, la Guajira y el Cesar, se encuentra la majestuosa cadena montañosa de la Sierra Nevada de Santa Marta. Con sus picos nevados, es la montaña costera más alta del mundo y única por su formación geológica.
Solamente 22 kilómetros separan los picos de la montaña y el mar Caribe. Su pico más alto es el pico de Colón, el cual se eleva a 5775 metros. La sierra guarda en su seno el parque arqueológico Teyuna (La ciudad Perdida), (Lost City, en inglés) es el lugar de origen de los indios Tayrona, la civilización indígena más importante del país.
Etnias de la Sierra Nevada
Alrededor de 30.000 indígenas descendientes de los Tayrona, pertenecen a cuatro etnias Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa, todavía viven. La UNESCO ha declarado la Sierra Nevada, reserva de la Biosfera y Patrimonio de la humanidad en 1979. Además, en esta zona se han elaborado numerosos trabajos de recuperación, de investigación y de conservación.
En medio de la naturaleza
La actividad turística más importante es el senderismo, que se puede realizar a través de las diferentes rutas históricas y culturales. La fauna presente en este parque es extremadamente diversa, podemos encontrar el jaguar, el tapir, el ciervo del páramo, el cóndor, el paujil, el loro de montaña y muchos otros.
Los paisajes de esta región son mágicos: selva tropical, montañas, picos de montaña nevados, cultivos de café y flores exóticas, piscinas naturales, cascadas…La riqueza de esta región es también la de su población, los pueblos indígenas que habitan el lugar desde hace siglos, poseen una cultura ancestral, mística. La cultura del café y del cacao está también muy presente en la región.
Historia
La Sierra está actualmente habitada por los grupos indígenas Kogui y Lika más conocidos por el nombre de “Arhuacos”, los cuales conservan su mitología y sus antiguas tradiciones. La comunidad indígena Koguis es un grupo étnico indio-americano que vive en el norte de la Sierra Nevada de Santa Marta, concretamente en los valles de los ríos Don Diego, Palomino, San Miguel y Ancho.
Pueblos Tayrona
Este pueblo se divide en poblados bajo la autoridad de un “mamo”, personaje central de la cultura Koguis que encarna las leyes sagradas y se encarga que éstas se apliquen. Su estilo de vida ha permanecido igual desde hace décadas. La principal fuente económica para los Koguis es la agricultura. De hecho, su estilo de vida se inspira en la creencia de la “Gran Madre” o la fuerza naturaleza. Según ellos, la tierra es una materia viva que debe ser respetada, ellos tienes por misión, mantener el equilibrio y la armonía entre el hombre y la naturaleza. Entre la variedad de tradiciones ancestrales que existen, podemos destacar la actividad de los “mamos” y el rito de la coca.
Origen de los Tayrona
Fue el asiento principal de los Tayrona, una civilización que se desarrolló a comienzos de la era cristiana, llegando a su mejor nivel cultural entre el siglo quinto y el año mil seiscientos, cuando fueron aniquilados después de una larga lucha contra los españoles. Generaron un alto nivel de diseño y tecnología para la construcción de poblados y caminos y explotaban intensamente terrazas de cultivo con riego artificial.
Productos de orfebrería y cerámicos
Sus productos cerámicos y de orfebrería alcanzaron el mayor refinamiento. Eran expertos en la metalurgia de oro y plata. Todas las piezas artísticas fueron construidas a la perfección. Estas piezas artísticas, nos da a entender sus amplios conocimientos de ingeniería y arquitectura. Su mitología y el alto conocimiento de las condiciones ambientales de su territorio son materia de amplios estudios antropológicos y se recogen en muchas tradiciones actuales de Kogui, Arhuaco, Wiwa y Kankuama.
Formación geológica
En la Sierra Nevada de Santa Marta confluyen dos factores relacionados con el piedemonte y la alta montaña, elementos que la hacen todavía más favorable para la alta diversidad: su proximidad al mar y su aislamiento del resto del sistema montañoso andino colombiano.
Estos elementos se han mantenido durante toda su historia geológica, pero su biota actual se formó definitivamente en la Era Cuaternaria (que comenzó hace 2.5 millones de años), período en el cual el flanco norte y posiblemente el flanco occidental del macizo constituyeron un refugio de selva húmeda que continuaba hacia las cimas a través de bosques nublados, aún durante las fases áridas y secas del Pleistoceno.
En el flanco norte existe una depresión altitudinal de zonas bióticas, lo que significa que elementos del piso térmico templado se encuentran a elevaciones muy bajas. Las investigaciones más recientes corroboran que la Sierra Nevada de Santa Marta es un centro de endemismo, junto con otras 26 áreas en el país.
Los grandes cambios en la cobertura vegetal y la distribución de las especies de plantas y animales durante el Pleistoceno, debido a cambios climáticos durante los periodos pleni e interglaciales, desencadenaron diversos mecanismos de especialización y diversificación de las especies.
Geología
La Sierra Nevada de Santa Marta se terminó de levantar a finales del Período Terciario, el cual comenzó hace 66 millones de años aproximadamente. Lo hizo al igual que todo el sistema andino pero independiente de él, lo cual le ha dado el carácter de una isla biogeográfica dentro del continente.
La Sierra Nevada de Santa Marta, es un macizo ígneo-metamorfico aislado, originado por fuerzas distróficas que determinaron sus características generales. Su origen comienza con un basamento metamórfico que data del Pre–Devónico, hace unos 400 millones de años. Posteriormente, por procesos tecto-orogénicos a principios del Mesozoico, en los períodos Triásico y Jurásico (225–135 millones de años), alcanzó mayor altura, así como una nueva localización dentro del país.
Finalmente, procesos orogénicos Plio–Pleistocénicos (11–1 millones de años) determinaron su altura actual, que alcanza los 5700 msnm en los picos Cristóbal Colón y Simón Bolívar.
Los procesos orogénicos y en posterior formación, de fracturamiento y fallamiento de la Sierra Nevada, determinaron el relieve actual. Tres fosas rodean el complejo basal cristalino: al oeste, se encuentra la fosa del Ariguaní, con una profundidad de unos 6 km.; al sureste, corre la falla del río Cesar; y por el este, la falla del río Ranchería. La gran falla colombiana desplazó la Sierra Nevada unos 200 km al norte. Otro proceso de separación del macizo se debió a la falla de Oca, que lo separó del basamento de La Guajira.
Fisiografía
La apariencia de la Sierra Nevada de Santa Marta es la de una pirámide de base triangular con un área aproximada de 17,000 km². El flanco norte bordea al Mar Caribe desde las tierras planas y áridas del sur de la península de La Guajira hasta los alrededores de la ciudad de Santa Marta y el flanco Occidental limita con la Ciénaga Grande de Santa Marta y la planicie aluvial del río Magdalena. Finalmente, el flanco oriental está enmarcado por los valles de los ríos Cesar y Ranchería.
Macizos montañosos
Las cadenas de picos con nieves permanentes, hoy en día en proceso de retroceso glaciar, se encuentran orientadas sobre un eje con dirección este-oeste. Numerosos lagos de origen glaciar en los cuales se forman los ríos que descienden por sus tres grandes vertientes se encuentran por encima de los 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Hidrografía
La Sierra Nevada de Santa Marta se divide en tres grandes hoyas o macrocuencas conformadas por un sistema de 30 ríos principales. La macrocuenca del Caribe incluye todos los ríos que desembocan directamente al mar, el extremo norte de la vertiente occidental, y el río Ranchería.
En esta macrocuenca de occidente a oriente se encuentran los ríos: Córdoba, Toribio, Gaira, Manzanares, Piedras, Mendihuaca, Guachaca, Buritaca, Don Diego, Palomino, San Salvador, Ancho, Cañas, Maluisa, Jerez, Tapias, Camarones y Ranchería.
La macrocuenca Occidental está conformada por los ríos que vierten sus aguas a la Ciénaga Grande de Santa Marta, tales como los ríos Frío, Sevilla, Tucurinca, Aracataca y Fundación.
La tercera macrocuenca está conformada por los tributarios del río Cesar tales como el Badillo, Guatapurí, Azúcarbuena o Cesarito, Los Clavos, Diluvio y Ariguaní. En la Sierra Nevada nacen las aguas que abastecen los acueductos de todos los asentamientos que la circundan, con una población aproximada de 1.5 millones de habitantes y las distintas industrias agrícolas, ganaderas, y mineras ubicadas en su área de influencia.
Un manantial de ríos importantes
Los ríos procedentes del macizo, aportan unos diez mil millones de metros cúbicos de agua anuales. Sin embargo, la creciente, disminución de la cobertura vegetal en la mayoría de sus cuencas unido con el cambio climático han acentuado en los últimos años la inestabilidad hidrológica.
La Sierra Nevada de Santa Marta ha encaminado una buena parte de sus esfuerzos en los últimos años hacia actividades que contribuyan a estabilizar y aumentar la disponibilidad de agua para la población campesina e indígena, las Ciénaga y Santa Marta, y la zona de influencia de la Sierra
Variedad de zonas climáticas
Los factores que generan la particularidad climática del macizo montañoso, son principalmente su posición con respecto a la línea Ecuatorial, su aguda variación altitudinal, y su posición frente al mar y los vientos alisios del nordeste, para los cuales representa un obstáculo. En términos generales, se puede afirmar que la cara norte es la más húmeda, la oriental la más seca y la occidental muestra una condición intermedia. La planicie caribeña que rodea el macizo presenta un clima cálido y seco.
Lluvias
Al igual que para todo el territorio nacional, el régimen de lluvias está definido en gran parte por el movimiento de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), que determina dos períodos lluviosos, de abril a junio y de agosto a noviembre, alternados por dos épocas secas de diciembre a marzo y de junio a agosto, este último conocido como veranillo de San Juan.
Sin embargo, en cada uno de sus tres flancos se presentan particularidades relacionadas con los agentes mencionados anteriormente que modifican este patrón de lluvias, al igual que los fenómenos de El Niño y La Niña y en años más recientes, y la aceleración del retroceso glaciar.
Fauna
En esta zona de reserva natural se encuentran gran variedad de especies de fauna. Aproximadamente 44 de las 340 especies endémicas registradas en territorio colombiano y 49 de las 3.057 especies amenazadas que están registradas en Colombia.
Algunas de las más significativas son: el cóndor (Vultur gryphus), la danta (Tapirus kabomani), el jaguar (Panthera onca), el paujil (Crax alberti) y el venado de páramo (Mazama rufina). Todas están incluidas en alguna categoría de amenaza de acuerdo con los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Flora
Se han registrado 126 especies vegetales endémicas, entre las cuales sobresalen árboles gigantes como el caracolí (Anacardium excelsum), la ceiba de leche (Hura crepitans), el chupo (Quararibea cordata), la palma de cera (Ceroxylon) y la tagua (Gaia dendron) conocida como ‘marfil vegetal
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